domingo, 20 de noviembre de 2011

El mañana me da miedo.

El mañana me da miedo. No, me da miedo lo que pueda pasar mañana. Me da casi tanto miedo como las casas sin libros. No confío en ellos como tampoco confío en la gente que no bebe por miedo a perder el control sobre cada mínimo detalle de su vida. Me inquietan tanto como la gente que sonríe demasiado o la que nunca sonríe. Me aterran las personas que no dudan, que nunca se equivocan y que están seguras de todo. Siento angustia como cuando no viene el autobús o las tallas están equivocadas. Más que nunca estar azul será estar triste, derrotado y engañado. Tengo miedo, tengo mucho miedo, el mismo miedo que el enfermo terminal que sabe cuándo va a terminar todo, el mismo pánico que el que sabe que siempre es posible empeorar. Me encuentro confusa cuando hay más gente en la calle por "la familia" que con camisetas verdes. Siento la impotencia del que no entiende al sexo opuesto y aun así lo ama, ¿qué tiene la gente en la cabeza cuando cierra el sobre antes de introducirlo en la urna?


Y a pesar de todo, intentaré ser optimista, al fin y al cabo es el acto más revolucionario hoy en día.

Y sí, mañana me despertaré con una alegre sonrisa y una actitud por estrenar (o al menos eso pretendo)

3 comentarios:

  1. Espero que pronto tus miedos se alejen.

    un beso

    ResponderEliminar
  2. Pensé que solo me sentía así de aterrorizada yo. Que estaba sacando las cosas de quicio. Pero veo que no soy la única. Intentaré ser también optimista...

    PD: cuánto tiempo jo!

    ResponderEliminar

Es mejor arrepentirse por lo que has dicho que por lo que no... :)