Pasos lentos sobre la acera
congelada. Huele a frío y a invierno. Una pareja baila abrazada en su salón desde lo alto de una
película. En las novelas de culto hay demasiados personajes y nunca sabes quién
es el bueno. Mientras, bajo las mantas, parece no pasar el tiempo y se ha secado
la tinta.
Siempre decía que escribía por necesidad
¿sabes? Escribía para traducir aquellas lágrimas a tinta y disolver sus sonrisas
con acuarelas de colores. Escribía para que todo tuviera sentido. Ahora, ahora ha
dejado de escribir. Se le han roto las alas y todos sus bolis están gastados. Y así, nada tiene sentido.
Muchos caminos y muy pocas
señales cuando todo cambia demasiado rápido. Siempre escuchó que del amor al
odio hay un paso y por eso no se atreve a andar, a dar ese paso que podría llevarla a cualquier parte.Lo quería todo
de la vida y pidió mucho. Pidió tanto que ahora solamente pide perdón y permiso.
Después de todo, sigue siendo una niña a la que sólo le han crecido los miedos,
ni siquiera un fueguito o una suave volada de viento.
Sólo cree que, algún día, cuando ni siquiera
ella lo espere, las teclas se moverán solas y la tinta correrá bajo su pluma
veloz e imparable. Así, ella podrá entender lo que está pasando ahora y si
tiene que llorar, escribirá que lloró.
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Es mejor arrepentirse por lo que has dicho que por lo que no... :)