sábado, 2 de julio de 2011

Volar

Lo más difícil no fue aprender a volar sino darse cuenta de que no podría sobrevivir para siempre en el aire. Tras un duro aterrizaje sobre un sauce llorón quedo gravemente herida en una de sus alas.Entre ramas, troncos y un sin fin de hojas secas quedó completamente perdida y desorientada obligada a vagar por los bosques de la tierra sin rumbo. Sólo le consolaba saber que una pequeña parte de su ser seguía en el aire, haciendo volteretas entre las nubes y vigilando desde arriba que no callera desde ningún precipicio.

2 comentarios:

  1. Lo malo de aprender a volar es que después no se puede parar!

    un bsito

    ResponderEliminar
  2. seguro que es el amor la parte que sigue en el aire!!

    él siempre nos hara flotar aunque tambien sea aliado de los sauces llorones en ocasiones!

    Una sonrisa in the air!

    ResponderEliminar

Es mejor arrepentirse por lo que has dicho que por lo que no... :)