miércoles, 16 de febrero de 2011

Las cuerdas de la guitarra

Cuando sus dedos se pasean delicados por las cuerdas de la guitarra mis sentimientos bailan descontrolados. A modo de marioneta él es capaz de accionar el mecanismo de mi sonrisa con sus notas. Su voz, su letra, su expresión concentrada, su mirada profunda... no puedo dejar de verlo en mi cabeza. Lo imagino hablándome sin parar en esa lengua que no acierto a comprender del todo pero que de su boca suena suave y melodiosa. Tengo ganas de cantar con él, de conocerlo, de darle un  beso...

8 comentarios:

  1. Una guitarra es un gran arma de seducción masiva...

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  2. acordes que llegan donde las personas menos se imaginan. Algo así como el hipnotismo.
    Un abrazo,
    Alejo

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  3. Y es que hay poquitas cosas que transmitan tanto como la música...
    Precioso blog!
    : )

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  4. sé que en realidad me escuchas cuando te toco desde lejos la guitarra... jajaja

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  5. Dicen que la música es el lenguaje del alma :)
    me encanta, te sigo.

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  6. siempre he sentido una envidia sana y un poco de celos por las personas que saben tocar la guitarra dulcemente y que dulcemente comparten esos acordes, sonido melódico para nuestro sentido auditivo

    un saludo

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  7. ¡Pues sí! Qué ilusión que alguien conozca a Lilith :)
    En mi antiguo colegio de "hermanos" eran un poco reservados en estos temas y me encontré con su historia por casualidad. Me pareció preciosa.
    Un besazo.

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Es mejor arrepentirse por lo que has dicho que por lo que no... :)